Counseling Hoy

Hoy, gracias al esfuerzo, el estudio, la importante formación académica y personal; gracias al trabajo que hacemos los Counselors con nosotros mismos; gracias a la difusión respetuosa y tenaz de nuestra profesión; gracias a la tendencia actualizante (o capacidad de superación) de quienes se acercan a nosotros o nos convocan; gracias a los resultados obtenidos por quienes pasan por un proceso de Counseling y lo comentan; hoy, gracias a todos los que buscamos herramientas nuevas en un mundo nuevo, hoy, siento que ya no es necesario decir “Qué es el Counseling”, cada vez que lo presentamos o compartimos con el otro.
Hoy, siento que puedo mostrar mis resonancias, de autores, de colegas, de mis propios escritos, sin que sea necesario explicar para qué estamos aquí.
Hoy, desde este lugar, me permito acercarte aquellas palabras, experiencias, recuerdos que desde mi Ser Counselor puedan también resonar en vos.

En la fusión del desear y el hacer…..”Celebrar la Vida”!!!

Cecilia S.
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C.A.B.A., Argentina
Counselor, Consultora Psicológica Intervención y Consultoría Psicológica y Educacional Individual - Familiar- Organizaciones- Educación www.ceciliascabini.com.ar info@ceciliascabini.com.ar Operadora en Pareja y Terapia Familiar Docente Consultorios en Flores, Centro y Caballito Aranceles con descuentos a Estudiantes de Counseling Contacto: cscabini@gmail.com

EL MUNDO



Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia,

pudo subir al alto cielo.

A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde

arriba, la vida humana.

Y dijo que somos un mar de fueguitos.

-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar

de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las

demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos

chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de

fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego

loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos

bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la

vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear,

y quien se acerca se enciende.



(de "El libro de los abrazos"-Eduardo Galeano)



miércoles, 4 de marzo de 2009

DE ENCUENTROS Y SOLEDADES

Atrapados en la Red…

Y aquí estoy.
Frente a una hoja en blanco.
Algo así como un bebé que llega al mundo. Más que “con un pan bajo el brazo”, con “una hoja bajo el brazo” para llenar de “contenidos”.
Vida Misma.
A mi lado, un texto maravilloso para “descifrar”, para desmenuzar. Para enriquecerme con él.
¿Habrá caído del cielo?.......Asi….ya impreso??.....
No.
Tiene autora, tiene contenido, tiene lenguaje y emoción.
Está muy claro que proviene de una Persona.
¿Cómo habrá llegado hasta aquí?....La Persona, digo…¿Cómo habrá llegado a sus sentires para escribir algo tan rico?.
¿Creen que en soledad, entretejiendo ideas?...En ese caso, ¿cómo han llegado esas ideas a ser tales?
¿Podría esto escribirlo un tigre, una rana o un escorpión?
No. No se asusten. No estoy desvariando ni a punto de narrar una fábula; sólo que veo y siento junto al texto y junto a mis propios vivires, que de seguir así, vamos camino a compararnos con ellos. Maravillosos seres animales de quienes podemos distinguirnos y diferenciarnos gracias a nuestra capacidad de socialización , de relacionarnos.

Y aquí llegamos al meollo del tema que nos ocupa.
Vínculos, relaciones…Encuentros y soledades.

Si digo ser con otros…¿digo yo y los otros?...o digo nosotros?
No es un trabalenguas. Porque muchas personas agrupadas no forman un nosotros.
Porque la suma de individuos, no forma un nosotros.
Porque el “todo”, es más que la suma de sus partes.
¿Soy yo un Todo? Claro que sí. Pero…¿cómo se van conformando estos “todos” que vamos viviendo por estas horas?

Soy producto de la interacción con los demás. Soy lo que se ve de mí,…y lo que no se ve.
Aquello que transmito y me transmiten.

¡Ojo Soledades!! Vamos buscando un rumbo…pero tal vez subidos al barco equivocado…
Que tire la primera piedra el que decidida y definitivamente elije vivir en soledad!!
(…Y que tire la segunda el que esté haciendo algo por evitarlo…)
Desarrollamos corazas que nos “preservan” de la interacción.
Nos presentamos ante los otros con nuestra subjetividad, envuelta en una “delicada burbuja de hierro”. No vaya a ser cosa que el otro pueda “enriquecerme” con la suya y entonces yo…¡¡¡deje de ser Yo!!!..

(Pero ¿cómo soy yo si no es con ellos?...)

Me gustaría poder decirles a todas las figuras que se me presentan al leer el relato que me ocupa: “¡Abran Juego, Señores!”

Algunos podrán, desorientados, dubitativos, preguntarme…”¿Cómo?”.
Ja!! Desorientados…dubitativos…se les ocurre que eso podría yo leerlo?
No señores. Eso puedo sentirlo, puedo percibirlo en sus miradas, en los tonos de sus voces, en sus silencios, en sus encogidas de hombros o en sus ojos distantes o inquisidores. Y ahí, justamente, estaríamos abriendo el juego.
Cuando pongamos nuestros cuerpos, los sumemos a nuestras voces, los “ofrezcamos” al otro y recibamos su presencia íntegra, allí señores, se empieza a abrir el juego de vivir.

Y ahora que escribo “abrir”, se me figura una puerta, que cuando se abre, hasta ahí, en realidad, no se sabe hacia dónde conduce; a dónde me lleva; o qué me generará lo que encuentre tras esa puerta…

¿Estaremos teniendo miedo de “abrir puertas”??

A la vez, necesitamos abrirlas. Mantenerlas cerradas es quedar atrapados en las presiones, en los apurones, en los padeceres, en el aislamiento.
Y ahí es donde abro…abro como para que salga, para que no se “me tape el caño”; para que no se llene todo de…….

Ah, claro…abrimos para desagotar…

Buscamos a los otros para depositar nuestras soledades y sus consecuencias…

La pregunta es, si sólo vemos en el otro, en el grupo, en los vínculos, el desagote…una vez “desagotada”…¿de qué me llenaré?
¿Cómo haré para realimentarme del desagote del otro?!!....
(Si eso es lo único que puede ofrecerme…o lo único que le permito…)
A dónde quedan las identificaciones que me nutren. Ese estado psíquico que sólo se genera de la interacción.
Tus palabras y las mías. ¡¡Son mucho!!, son “nuestras”. Pero solamente escritas en una red virtual…¿son nuestras?...¿somos nosotros?
¿Qué pasaría si escucharas el tono de mi voz cuando las digo?
¿Qué pasaría si viera lo que pasa en tus ojos cuando las escuchás?
Porque claro…no escuchamos sólo con los oídos; ni “nos leemos” sólo con un escrito.
Atrapo los signos que me vas mostrando con mi escucha y mi mirada.
Así también atrapás los míos.
Así aparece lo que soy. Aparece lo que sos. Así, el fenómeno psicosocial.
¡¡Eureka!! Volvimos a ser Personas!!!
Te hago preguntas, me respondés. Tal vez con otras. Te respondo. Tal vez con un gesto. O un silencio, que paradójicamente diga todo.
Nos exploramos. Nos reflejamos.
Nos vamos constituyendo.

Sí. Llegué “conmigo misma” (intrasubjetividad)
Se fueron dando fenómenos con vos (intersubjetividad); con otros a la vez (transubjetividad)
Fuimos adoptando distintos roles. El que traje, el que debía adoptar, el que logré adoptar.
Y no vine sola eh….traje a mi cuerpo conmigo…Mostraba marcas, tenía huellas…


Es lo que me transporta.
Pero quiero que sepas que cuando lo ves a él, me estás viendo a mí. Yo soy mi cuerpo. A través de él me conociste, y te conocí.
¿Cómo nos hubiéramos comunicado, qué hubiéramos aprendido, cómo nos hubiéramos identificado, dónde hubiera quedado mi creatividad y la tuya, si no nos hubiéramos ENCONTRADO??.
Así. En el completo sentido de la palabra.
Con nuestro lenguaje, nuestros significados y significantes, nuestros tonos y miradas, nuestros gestos, nuestros sentimientos, pensamientos, producciones…
(sujeto deseante, cognoscente, productor..)

Claro. Ya sé. Ahora vas a “reprocharme”…
Vas a decirme: “¡Me moviste! ¡Me desestructuraste!. ¡Tenía certezas, y ya no!!!”

(Pensamos en un grupo como espacio táctico donde se da la producción de efectos inéditos y singulares)

Y tenés razón. ¿Sabés por qué?...Porque a mí…a mí me pasó lo mismo…

Pero hay algo, que seguramente, no vas a poder decirme.
¿Sabés qué es?...No podrás decirme: “Dejé de ser yo”.
Porque todo esto que te “transpasó”, gracias a que corriste la “sutil burbuja de hierro” y a que “abriste la puerta al juego”, te constituyó como la Persona que sos.

Un Sujeto que va siendo Persona; así…Va siendo…en proceso; siempre y a cada instante.
Como “aquella” que un día escribió un maravilloso relato…que seguramente…

“No le cayó del Cielo”…

Clr. Cecilia Scabini

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